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Ropa biodegradable ¿una solución a los desechos textiles?

Autor: ExpokNews

Publicado: 4 de octubre 2022




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Casi el 85% de todos los textiles desechados en los EE. UU. (alrededor de 13 millones de toneladas en 2017) terminan en vertederos o se incineran. Además, se estima que el estadounidense promedio tira alrededor de 37 libras de ropa cada año.

La situación es la misma en todo el mundo: cada año se generan alrededor de 92 millones de toneladas de estos residuos. Para agravar el problema, la mayoría de la ropa desechada está hecha de materiales sintéticos que pueden tardar cientos o incluso miles de años en degradarse por completo.


En respuesta a esto, 37.5 Technology, creadores de la tecnología de termorregulación dinámica activada por la humedad corporal, incorpora un aditivo en la fabricación de prendas biodegradables que acelera su descomposición al final de su vida útil.


ROPA BIODEGRADABLE


La industria de la ropa exterior ha estado al frente y en el centro del problema, a pesar de los esfuerzos de la industria de la moda para tratar de mitigar su impacto. La gran mayoría de las marcas de exteriores, incluso las más sostenibles como The North Face y Arc'teryx, confían en materiales como el poliéster y el nailon para obtener un alto rendimiento.


Pero muchos de estos materiales simplemente no se pueden reutilizar o reciclar a gran escala y se envían al vertedero en algún momento entre la primera venta y la eliminación. Según Blair Kanis, presidente de 37.5 Technology, el control del impacto comienza con mantener los desechos de ropa fuera de los vertederos. Debido a que los textiles son una fuente importante de contaminación, las fibras sintéticas, que representan más de la mitad de la producción mundial de fibras, muestran poca degradación natural en las pruebas de laboratorio.

Sin entrar en ciencia, la tecnología 37.5 crea un tejido de alto rendimiento que ayuda a regular la temperatura corporal, ya sea que esté haciendo ejercicio en un clima frío o asistiendo a una boda en pleno verano. Además, mediante la integración de aditivos, se espera que las fibras sintéticas que tardan años en biodegradarse tengan una tasa de degradación entre un 50 % y un 80 % más rápida sin comprometer la durabilidad o el rendimiento de la prenda biodegradable.

 
 
 

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